viernes, 4 de noviembre de 2016

Rafael Sastre en Onda Cero: "En el Cádiz-Huesca, que gane el mejor"



Jugador atípico donde los haya sin duda alguna es Rafael Sastre. Así se define él que fuera jugador dos temporada del Cádiz y una de la SD Huesca. Hoy atendía a la llamada de Onda Deportiva Cádiz de Onda Cero por aquello que dos de sus ex equipos se ven las caras mañana en Carranza. Eso sí, de manera políticamente correcta dice que mañana "gane el mejor. Puedo decir que tanto el año que pasé en Huesca como los dos que pasé en Cádiz, fueron magníficos. Hubo momentos complicados en los equipos, pero fueron momentos inolvidables y dejé amigos para toda la vida". Decía con cariño de ambos equipos.

Recordamos con Sastre aquella liguilla de ascenso con el Nastic de Tarragona, Amurrio y Zamora en el grupo. Sobre todo de aquel primer partido ante el conjunto catalán, donde el mallorquín sufría un penalti muy claro que no señaló el colegiado. "A lo mejor esa jugada del penalti hubiera cambiado todo. Era una jugada decisiva. Al final, si no recuerdo mal, ascendió el Nastic pero acabamos empatados a punto. Recuerdo -continuaba- aquel penalti no pitado que fue en el fondo donde estaba toda la afición cadista. Que por cierto, había una cantidad enorme de gente de Cádiz. Es un partido que lo tengo muy fresco, con la cantidad de años que hace de aquello, lo tengo muy fresco. Me acuerdo muy bien de aquel partido". Reconocía sin tapujos.



Y como decíamos al principio, Sastre, se autodenomina ´jugador atípico´ y es que cuando colgó las botas, lo hizo para alejarse del fútbol de todas todas. Así de claro responde sobre que relación tienen en la actualidad con el deporte rey. "Ninguna, nada de nada. Cuando era futbolista no me saqué al mismo tiempo que jugaba ningún título ni ningún carné. Yo era un jugador un poquito atípico. No me gustaba mucho todo lo que rodeaba al fútbol, ni los partidos, ni la televisión. Me mantenía bastante al margen. Me encantaba jugar y entrenar, pero después desconectaba bastante y ahora igual. Si voy a algún campo de fútbol es porque tengo a los niños entrenando. Sólo eso. He visto muy pocos partidos por televisión, veía los partidos Barcelona- Madrid porque eran emocionantes pero muy poca cosa más. Hay más casos como el mío -decía- pero no muchos". Reconocía. Y ampliaba:  "después de la cena, la mayoría de los jugadores se iban a la habitación a ver el fútbol y yo a ver el telediario. Me aburría". Admitía de manera sincera.

Habla con cariño de su etapa en el Huesca y, por supuesto, en el Cádiz, pero sobre todo de Gijón. "Estuve diez temporadas en el Sporting, fueron muchos años. Dos de mis tres hijos nacieron allí, Gijón me ha marcado. Cádiz y Huesca me han marcado, pero Gijón por la cantidad de años que estuve, es diferente". Como es lógico, después de estar allí casi toda su carrera y además llegando a jugar en Primera división.

Tras pasar por el Cádiz y por el Sporting de Gijón llegaba al Huesca. "Tuve la oportunidad de seguir en el Sporting, me ofrecieron quedarme el año que marché, pero me surgió la oportunidad de ir a Huesca que estaba allí mi hermano jugando. Esa oportunidad de jugar los dos juntos me hizo irme del Sporting. No me arrepiento de nada, fue un año en el que nos lo pasamos muy bien".



Sin embargo no guarda buen recuerdo del último año como profesional. "Mi último año lo pasé en el Baleares en Segunda B y puedo decir que tuve un final de carrera un poco, no quiero decir malo, pero en el que no me quedé muy a gusto. Fue un año muy atípico, prácticamente todo fue muy mal. No es el mejor final de carrera, pero bueno, tampoco me quejo. No me puedo quejar". Resumía.

En su última visita a Cádiz, tanto el Estadio como El Rosal, estaban aun sin terminar sus reformas. "En El Rosal estuvimos entrenando cuando vine con el Sporting y no estaba del todo todavía, recuerdo que había casetas de obras por allí. Y al Carranza el faltaba nada más que la tribuna cubierta. El campo era una pasada, precioso. Pero si que hace años que no voy y mira que mi mujer, que estuvo allí conmigo, y yo decimos todos los años que tenemos que ir. Porque tenemos muchas ganas de ir, más pronto que tarde iremos". Deseaba en voz alta.

De su etapa en el Cádiz, que recuerda con mucho cariño, dice que mantiene poco contacto con los compañeros,pero habla con mucho aprecio de varios de su etapa. "No tengo contacto con nadie, pero tengo un recuerdo fantástico de Chico Linares que aprovecho para mandarle una abrazo muy fuerte y también de Julio Puig. Aunque hace mucho tiempo que no hablo con Julio, se que el día que nos hablemos,parecerá que siempre hemos estado juntos. Es un compañero fantástico". Pero no sólo se acordaba de Puig y de Linares, también de otro técnico que tuvo, Carlos Orue. "Ese año con él (Orue) aprendí muchas cosas diferentes del fútbol que luego me sirvieron para mucho. Es verdad que fue un entrenador diferente". Y así terminaba un futbolista que pasó por el Cádiz y por el Huesca y que mañana ambos equipos se verán las caras en Carranza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario