Se acabó, ya es historia. Finalizó la LXIII edición del Trofeo Carranza con la incógnita (al menos yo la tengo) de que pasará en la siguiente. Y la tengo (la incógnita) porque acercándose la fecha, a medida que se van conociendo los equipos que participan, se oyen voces de algunos diciendo que si ha perdido el esplendor, que si no es lo que era, que debería desaparecer, etc, etc. Respeto todas las opiniones, como no podía ser de otra manera, pero no puedo estar más en desacuerdo con ellas. El trofeo tiene más años que la mayoría que estamos aquí, él ya estaba cuando nosotros nacimos, eso merece un respeto. Es como el respeto que hay que tenerle a las canas, a nuestros mayores, igual. Tenemos que darle valor a las cosas que tenemos, a las cosas que son importantes. Ser el segundo trofeo más antiguo, por detrás del Teresa Herrera, y el primer cuadrangular más antiguo de España, es importante. Conservemos eso con cariño e ilusión. Ya que he nombrado el trofeo veraniego de La Coruña, evidentemente no vivo allí, pero he mirado foros del Depor, del Teresa Herrera, etc...y no he encontrando nadie pidiendo que desaparezca o que antaño era mejor. Y hablamos del más antiguo de España, un trofeo, el Teresa Herrera, que va dando bandazos en cuanto a no tener definido si es partido único o cuadrangular. A veces juegan cuatro, a veces dos. Y en cuanto a los equipos, salvo en 2013 que acudió el Real Madrid, los últimos años han pasadp el Sporting de Gijón, el Sporting de Braga, el Villarreal y el West Bromwich Albion. Como verán, salvo este año con el equipo de la Premier, no tenemos nada que envidiarles. Y vuelvo a lo mismo, no he encontrado voces clamando para que desaparezca. No digo que no existan, sólo que por más que busco no las encuentro.
Pero para no compararnos con nadie, lo vamos a hacer con nosotros mismo. Por coger un trofeo sólo con equipos españoles, por ejemplo el de 1995, participaron el Betis (3º temporada anterior), Zaragoza (7º) y Atlético de Madrid (14º). Lo comparamos con este: Villarreal (4º), Málaga (11º) y Las Palmas (14º). No veo mucha diferencia de calidad entre los equipos participantes y sin embargo si ha subido el nivel de exigencia. Lo digo cuando se habla de los equipos que vienen y tal.
Esto es de todos, es nuestro y cada uno en la medida de sus posibilidades puede ayudar. Debe ayudar, me atrevería a decir. Este año se ha recuperado la banda de música, es un simple detalle pero que suma. Todo lo que sea sumar es importante, sobre todo en un época donde todo era restar, quitar. Por eso, con esta columna lo que intento es eso, sumar, aportar pequeñas (el algunos casos grandes) cosas que se han ido perdiendo por desidia, falta de cariño, desapego a esto o vaya usted a saber por qué. La sociedad ha cambiado, eso esta claro, y a la saturación de fútbol en televisión hay que añadirle que la gente tiene otras ocupaciones. Hace no muchos años, el que tuviera posibilidad de ver la final del Carranza, aunque no jugara el Cádiz, iba a verlo, y a la barbaoca (cuando existían) se iba cuando acababa el fútbol. Y es que al que le gustaba el fútbol, hace algún tiempo, no había mejor plan en época de Trofeo que ir a verlo, aunque fuera un Corinthians- Betis o un At. Mineiro- Santos, sí, es verdad que tampoco se llenaba el Estadio, pero algo más que últimamente quizás había. Pero como digo, la sociedad ha cambiado. Muchos no han ido a la Final teniendo las entradas en la cartera. De todas maneras no es el único acto en el que se está en familia, es decir con poca gente, pero nadie se plantea eliminar festivales o certámenes porque acudan poca gente. Yo he visto películas en el Festival de Alcances en el que llegábamos, y a lo justo, a ser familia numerosa, contando con el taquillero. Pero con casi cincuenta ediciones, es algo que hay que mantener también, no hacerlo desparecer. Con el Carranza, sí se pide eso.
Por eso, en aras de intentar mejorar, hay que recuperar la Copa de Consolación. Vamos a dejar las placas para otras cosas. En fútbol se ganan copas no placas. Que vuelva de nuevo el Trofeo Ramón de Carranza a tener tres copas. También hay que recuperar la réplica en miniatura del Trofeo que se le entregaba al presentador del torneo gaditano. Lo han sustituído este año por otra placa (después me molesta que se diga Cádiz, tacita de placa. Si es que tienen razón). También hay que hacer que los entrenadores de los equipos participantes pasen por sala de prensa tras el partido. Sería una manera también de darle prestancia al Trofeo. Además, no se está pidiendo que piquen piedra o algo estrámbotico. Es que hagan lo que hacen tras cada partido, hablar del encuentro en sala de prensa. Tampoco creo que sea algo descabellado.
Sólo son unos pequeños detalles que se tenían y que se han ido perdiendo, se les podría añadir cosas nuevas que vendrían a engrandecer nuestro Trofeo. Propongo una tormenta de ideas allá por el mes de mayo. Me lo apunto en el debe. El Trofeo es nuestro, vamos a mimarlo. Y punto.
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