A falta de algo más de una semana para que comience el COAC 2017 en la categoría de adultos, me gustaría hacer unas consideraciones. Vaya por adelantado que no soy quien para decir nada, pero aun así lo hago. Al fin y al cabo es mi blog. Me gustaría que tratásemos con cariño a la fiesta, y que vayamos con respeto a ella. Con esto que he dicho y lo que voy a decir, estoy pensando en todos los que estamos acreditados para cubrir el concurso, que seamos respetuosos con la fiesta, con la copla y con el que canta. He visto como algunos han llegado a la fiesta y en su primer año han querido sentar cátedra, han querido pero no lo han conseguido.
Que seamos fieles a nuestros gustos y expresemos nuestra opinión con total libertad, si es necesario, además de informar de manera justa, pero que lo hagamos, insisto, con respeto. Que esto es un cachondeo muy serio hombre. Aquí cabe todo el mundo, pero todo el mundo que venga con respeto. Los hay que en sus primeros años han querido ser Pepe Benítez del tirón y eso, como que no es posible. No es obligatorio, pero quizás sí necesario que hagamos un poco de mili antes de ser comandantes en este cuartelillo del Falla (La Trinchera dixit). Que no intentemos ser más graciosos que los cuplés con nuestros comentarios hirientes, no intentemos ser Enrique Alcina o Pepe Monforte, ya que nos quedaremos en eso, en el intento, ya que no todos tenemos ni el ingenio ni la gracia de Pepe y de Enrique. No pretendamos tampoco ser más protagonistas que los que cantan, y si queremos serlo, ensayamos desde septiembre y nos subimos a las tablas.
Que el respeto debe partir del que se sube a las tablas, pero no se puede perder en lo que devolvamos ya sea en forma de crónica, comentario, puntuación de jurado paralelo o lo que sea. Y termino como dijo el Maestro el año de Los Principiantes. "Buenas noches, rogando perdón me presento temblándome el alma. Preguntándome quién seré yo ´pa´ irrumpir de esta forma en el Falla". Pues eso, buenas noches.
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