A cal y canto

Asi van a estar las puertas del Rosal durante las dos próximas semanas. Cualquier distracción puede ser mortal de necesidad, así que mejor cerrarlas y que no entre corriente. Los jugadores podrán aislarse de manera absoluta y el cuadro técnico podrá dar todas las instrucciones necesarias asi como corregir o probar cosas nuevas con el fin de sorprender a los rivales, con la tranquilidad que dan los entrenamientos a puertas cerradas protegidos de miradas indiscretas. Por si no lo han notado aún, yo veo positiva esta medida ya que cualquier mínima ventaja al rival (en este caso dar pistas a los contrarios sobre lo que se estaría preparando) puede inclinar una eliminatoria hacia un lado u otro. Ahora lo que toca es estar todos unidos, esperar el sorteo con expectación, poder hacer un desplazamiento masivo y llenar Carranza en pos de un objetivo común, el ascenso. Aparcar a un lado las críticas (ojo que digo aparcar, no olvidarlas), que las ha habido y muchas y minimizar la animadversión de algunos hacia Jose González que pueda distraernos del objetivo común. Y es que algunos con tal de ver a Jose fuera, desean incluso que se pierda para así forzar una salida que nunca, repito nunca, estuvo en la cabeza del Señor Pina por mucho que alguno haya querido vender de manera intencionada y al mismo tiempo errónea.