miércoles, 18 de julio de 2012

Adios a Antonio Muñoz

Ocurrió. Ya es historia. Antonio Muñoz deja el Cádiz como la inmensa mayoría, por no decir todo el mundo, quería. De todas maneras yo esperaría un poco todavía porque no sería la primera vez que vuelve como salvador después de una venta fallida. Por eso no descarto aun un regreso del cordobés, que eso es mucho del de Doña Mencía. También es Made in Antonio Muñoz dar sorpresas de última hora sin dudar en dejar en la estacada al que parecía que finalmente sería el dueño, Quique Pina, con cabreo mayúsculo de este último. La gestión de Muñoz al frente del Cádiz en varias etapas ha estado cuajada de luces y sombras, a mi entender bastante más de lo segundo que de lo primero. Aunque es evidente que algo de luz ha habido ya que cuenta en su haber con un ascenso a Primera y yo no soy sospechoso de ser pro Muñoz, lo separado de nuestros caminos durante todo este tiempo, lo demuestra. El principal motivo de nuestras diferencias siempre fue el no tratar a todos por igual además de no ser trasparente. Mientras que a algunos en momentos puntuales ni nos cogía el teléfono, a otros, era él el que personalmente llamaba al medio para darle puntual información de la gestión de turno. Sin embargo la mayor de las broncas, además en antena, con Muñoz fue tras el descenso de Primera. En la semana previa al partido de Getafe, penúltimo de liga, lo invité para la tertulia del martes siguiente en El Aljibe ya que de descender allí me parecía muy interesante lo que pudiera contar el Presidente. Finalmente, por desgracia, el descenso se consumó y cual fue mi sorpresa que al llamarlo el lunes para recordarle la cita comprometida me dice que no viene. Su argumento era que por la mañana daba una rueda de prensa y que no le parecía bien después ir a mi tertulia por respeto a los demás medios. Y lo decía el que cada vez que vendía o fichaba, personalmente llevaba de la mano al que fuera hasta otra tertulia de otra emisora. Si el Cádiz no hubiera descendido aquel día me hubiera tenido que comer al Presidente en la tertulia que a lo mejor podía carecer de interés, pero habría respetado lo acordado. Él no lo hizo.
Cuando lo de Baldasano, la noche antes de consumarse la venta, que al final fue no venta, no atendía el teléfono a nadie de la redacción de La Voz mientras que un compañero de otro medio nos dijo que Antonio Muñoz le llamaría para darle todos los detalles antes de las doce de la media noche.
De mano izquierda no es que no estuviera sobrado, es que directamente no tenía. Recordarán muchos cuando después de un pésimo partido del Cádiz y de una tremenda bronca del público lejos de mandar un mensaje de tranquilidad y de empatía con su afición diciendo algo como que tienen razón con sus protestas debido al mal juego del equipo se la pegó con la celebérrima frase de "el que no esté contento que compre el Club". Cosas como estas, entre otras muchas, han hecho que haya cavado su propia tumba en Cádiz. Al menos en el Cádiz futbolístico. Antonio te deseo que tanta paz lleves como dejas. Y punto.

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