lunes, 18 de junio de 2012

Atraco a mano armada

Eso ocurrió ayer en Lugo un atraco en toda regla y televisado. Es como esos atracos que vemos por la televisión grabados con las cámaras de vigilancia, pues igual pero con más calidad en las imágenes. Imagino que lo primero que hizo el colgiado al llegar al vestuario sería quitarse la media que llevaba puesta en la cara cual delincuente común, reirse junto a sus secuaces por la fechoría realizada y pensar en el botín conseguido. Y es que no pudo ser más premeditado la actuación del ¿juez? de la contienda. Y mira que nosotros, por desgracia, tenemos experiencia con árbitros como este, pero lo de ayer clama al cielo. Ese cielo típico gallego que ayer descargó agua en cantidades industriales y que dejaron el campo en la primera parte impracticable. Del partido es difícil hablar cuando está tan tremendamente condicionado por el que manda, pero de lo que  vi puedo decir que la primera parte no se pudo rasear ni triangular por el agua caída y que el Lugo marcó dos goles ilegales por fuera de juego en sendos balones parados colgados al área. Sin olvidar por supuesto el penalti birlado al Cádiz. En la segunda mitad tampoco los lucenses fueron mejores que los nuestros, ni nuestro Cádiz peores que ellos. Incluso si  me apuran los amarillos tocaron mejor.  Y lo que hubo en este segundo acto fue otro gol ilegal del "señor" Hernández Cifuentes y el tanto de Óscar Pérez gracias a la justicia divina que a veces , sólo a veces, está por encima de la justicia humana. Ese gol le da la vida al Cádiz y borró la sonrisa de los gallegos en esa fiesta anticipada que celebraban. Confiemos en ganar al menos por 2 a 0 apelando al empuje de ese Carranza que anima como el sólo sabe. Y termino con lo que dije ayer en twitter y patafraseando al gran Juan Gómez Juanito y traduciéndolo al gallego: noventa minutos en Carranza son moi longos. Y punto.

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