Ahora que estamos a menos de un mes para una nueva edición del Trofeo Carranza, os dejo mi opinión sobre el Trofeo escrita en este mismo blog hace cuatro años y que hoy rescato ante la inminente llegada de un nuevo Trofeo de los Trofeos. Sigo pensando igual que en 2012.
Pese a todo sigo siendo trofeísta (30 Julio 2012)
Sí, lo reconozco, soy trofeista y quizás por eso no soy objetivo cuando
hablo de nuestro Trofeo. Lo repito verano tras verano y llevo siempre muy a
gala el ser trofeista en unos tiempos donde quizás la corriente dice que hay
que decir que lo mejor es que no se celebre o que sea a partido único. Pues yo
no, que quieren que les diga. Y mira que yo no he vivido los grandes Trofeos
Carranza de los 50, 60 o 70, pero quedé enganchado al torneo veraniego de por
vida cuando siendo un niño vi a Dieguito “el de la Margara” batir a Buyo en la
final del año 81 tras un corner botado por Pepe Mejías. Se introdujo en mí esa
noche el veneno “trofeista” y aun sigue dentro de mí. Por ese motivo, Carranza
tras Carranza, siempre hay algo que para mí hace atractivo el cartel. Mentiría
si dijera que no prefiero un trofeo con el Real Madrid o el Barcelona o con los
mejores equipos de la vieja Europa o con algún conjunto del otro lado del
charco, pero eso tal y como está montado el fútbol, los calendarios, las giras
millonarias, etc, etc es una utopía, intento buscarle el lado bueno al Trofeo
cada año.
Mi fiebre del Trofeo de los Trofeos me ha hecho guardar entradas,
abonos, carteles y todo lo que tuviera relación con él. No se crean que es una
gran colección, es bastante modesta, pero es mi colección de recuerdos del
Trofeo. Eso sí, cuento con una auténtica joya. Una medalla conmemorativa del
Trofeo de 1969, la edición XV como homenaje a su promotor José León de
Carranza. Esa joya de mi colección se la debo a Carlos Aranda, de la Peña
cadista San Felipe Neri, que al saber mi condición de trofeista empedernido
decidió regalármela y ocupa un lugar destacado en mi biblioteca. Bueno,
centrándome en el cartel de este año, ya es un motivo de alegría contar de
nuevo con la presencia del Cádiz. No concibo un Trofeo Carranza sin el Cádiz y
por tanto discrepo con aquellas voces que dicen lo contrario. Otro motivo más
de alegría es que sigue manteniendo su formato cuadrangular. Fuimos los
primeros en adoptar este formato y tenemos que seguir manteniéndolo.
Y por
último los equipos de este año. Vaya por adelantado, repito, que hubiese
preferido equipos de mayor fuste pero para mí también tiene su encanto ver
equipos que vienen por primera vez y que para ellos es un premio, o al menos
debería serlo, el inscribir su nombre en la larga lista de equipos
participantes. ¿No nos quejábamos antes de que siempre venían los mimos
equipos? Que si Sevilla, Betis o At. Madrid, pues tres equipos inéditos en el
Carranza de una tacada. También hay que tener en cuenta y no olvidarlo, el poco
tiempo que han tenido los nuevos rectores del Club para llevar a cabo todo lo
que se le venía encima, entre esas cosas el Trofeo. Otros años con más tiempo
de preparación no hubo. Al menos no lo han despreciado y han entendido el
significado del mismo para la ciudad y no se lo han cargado de un plumazo. Hubo
quien en una ocasión dejó el Trofeo en un solo partido ante el Betis y el año
del cincuentenario lo mandó a Bahía Sur. Y no era italiano. Por cierto, para
finalizar pero no por ello menos importante más bien todo lo contrario, espero
que este año la copa para el tercer clasificado, o como se dice en Cádiz, la
copa de consolación vuelva a aparecer y sean tres los trofeos y no dos y una
plaquita al vencedor del partido por el tercer y cuarto puesto. Que después nos
dicen Cádiz tacita de placa. Y punto