El pasado jueves actuaba la comparsa de Sevilla "Los que
barren pa casita" y consiguieron lo que buscaban, que se hablara de ellos.
Quizás el autor, Francisco Javier Cuevas Herencia, ante la incapacidad de que
hablasen de su comparsa como antaño, con los "Carnavalitos" o
"Los majaretas" por ejemplo, y ante la imposibilidad de hacer algo
igual, optó por el camino más fácil y mediocre. Por cierto, de este autor
últimamente solo se hablaba en Cádiz del decorado, o mejor dicho, del no
decorado que le hizo a sus paisanos el año pasado con "Los shuntenticos
shunguitos" incluso tuvo sus más y sus menos con el personal de tramoya el
primer día de actuación de esa chirigota, ante la intención de dicho señor de
prácticamente hacer allí todo el atrezzo. No le daría tiempo de hacerlo antes
ya que estaría dándole vueltas a la cabeza como provocar el año siguiente. Por
otra parte se está intentando desviar la atención de todo esto. Claro que no
hay obligación de cantarle a Cádiz, y por supuesto que puedes cantar a lo que
quiera. La historia del concurso del Falla está jalonada de repertorios de
agrupaciones que representan a un personaje de su localidad y recorren
diferentes sitios de su ciudad, y no pasa nada. Ahora bien, si además de los
dos pasodobles que cantaron (ojo, no hubo nada más allá que un repertorio que
no llegaba) traen dos cuplés hablando de la que vas a liar, está clara la
premeditación, la alevosía y la nocturnidad (por la hora en la que actuaban).
Hay carnavaleros de Sevilla (con los que he hablado) indignados con la actitud
de esta comparsa sobre las tablas del Falla y el flaco favor que le ha hecho a
todos sus paisanos que acuden desde hace muchos años. Enhorabuena Cuevas
Herencia ya que gracias a ti, por buscar tu media hora de gloria has
desenterrado las viejas rencillas que había entre ambas localidades y que, en
parte gracias al carnaval, autores de un lado y otro habían echado tierra
encima. Lo que costó mucho tiempo conseguir, lo has estropeado en media hora.
De chapeau por cierto el público del Falla, salvo algún grito malsonante, el
respetable (Cuevas Herencia no lo olvides, el respetable) le gritaba chirigota,
chirigota y el pasodoble de Manolo Santander. Eso es elegancia, toda la que le
faltó a esa comparsa. Con la que está cayendo y que esta comparsa no aproveche
el altavoz que es el Gran Teatro Falla durante el concurso para denunciar la
corrupción, la falta de empleo o la crisis denota las intenciones que traía.
Por fortuna es solo un lunar, una manzana podrida dentro del carnaval
sevillano. Si esa es la herencia que vas a dejar, canta mejor en una cueva.
Tanta paz lleves como dejas. Y punto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario