Traigo aquí una reflexión mía sobre la entrega de
los antifaces de oro. Me pregunto yo, ¿Por qué solamente se entregan cuatro
antifaces por año? Eso, bajo mi punto de vista, estaba bien en otros tiempos
cuando alcanzar la cifra de veinticinco carnavales no estaba al alcance de
todos por diferentes motivos y un logro llegar. Pero ahora no. Con la llegada
de la democracia y el aumento de agrupaciones, y también, el comienzo de los
componentes a salir a una más temprana edad, hacen que cada año sean muchos los
que alcanza los veinticinco años cantándole a Cádiz. ¿Qué problema hay para que
se le de a todos los que lleguen a esa cifra mítica su reconocimiento? El
colegio de abogados, por poner un ejemplo, premia a todos los letrados que
alcanzan los veinticinco años colegiado, independientemente de los juicios
ganados. Si no me equivoco. Si un año son cuarenta abogados los que llegan,
pues cuarenta premiados y sin son sesenta pues igual. Al final la Asamblea de
antifaces lo único que hace es sumar. ¿Para qué entonces una Asamblea? Que
pongan un matemático, si es sumar lo que hay que hacer. Ya que los antifaces de
oro se otorgan por el número de años saliendo al que se le va sumando una serie
de puntos por finales conseguidas. Es decir, el que canta veinticinco años y
acumula menos finales ¿Merece menos? ¿Es menos valioso su tiempo dedicado al
carnaval? No lo entiendo.
No se si el problema será que los galardonados
tienen derecho a entrar en Falla y si dan más antifaces por año, no se cabría.
Eso tiene solución, si el número de localidades está limitado, pues que vayan
rotando entre aquellos que soliciten ir cada noche. Se me ocurre así a bote
pronto. De todas maneras, creo que el galardón, lo verdaderamente importante,
es el premio, es el antifaz en sí. El premio es el reconocimiento del mundo
del carnaval a la dedicación. El premio
es el máximo galardón del carnaval de Cádiz. El premio no es tener acreditación
de por vida para entrar en el concurso, o no debería serlo al menos.
Luego, la asamblea de Antifaces de oro, si quiere
tener un papel decisorio en todo esto. Pero decisorio de verdad, que no sea tan
sólo sumar. Pues que elijan al Super antifaz de oro o al Antifaz de platino, yo
que se. Y que cada año se lo den a aquellos que además de acumular años
saliendo hayan aportado a la fiesta mucho más, como autor o como lo que sea. Y
termino mi reflexión reiterando que, si son quince los que un año llegan a
veinticinco carnavales, pues ese mismo número de antifaces se deberían de
entregar. Digo yo. Y punto.
Manolo Camacho
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