No por esperada es menos dolorosa la marcha de un ser querido
y Don Enrique Villegas Vélez era querido y mucho en su ciudad no natal. Era de
los grandes nombres del carnaval gaditano junto a los Paco Alba, Pedro Romero,
Antonio Martín y tantos otros muchos. ¿Qué digo era? es y lo seguirá siendo por
los siglos de los siglos amén, ya que su legado, sus agrupaciones, sus coplas
son inmortales. Es imposible encontrar a alguien que diga algo malo de Don
Enrique y eso no es gratuito. Eso se consigue siendo un caballero. Un caballero
no exento de gracia y que llamaba la atención y sorprendía a todo aquel que no
lo había tratado cuando hablaba con seriedad y al final soltaba una ocurrencia
o un chiste con la misma solemnidad con la que había iniciado su intervención. De
su aportación al carnaval no voy a decir nada, porque es extenso y de calidad y
tampoco aportaría nada nuevo. Pero me voy a detener en una agrupación, aun
pecando de poco original, en aquellos míticos Beatles de Cádiz. Creo que no hay
gaditano, da igual de que generación sea, que no sienta cariño a esa agrupación
y admiración a su autor. En mi caso personal es de los discos de vinilo de mi
querido y admirado padre que conservo como oro en paño. Y por si esto fuera
poco, tuve el honor de vestirme de Beatles de Cádiz, aunque fuese de mentira,
cuando Julio Pardo y Antonio Rivas quisieron rendirle homenaje en 2008 a la
agrupación y su autor con el coro "Cuando yo me pele" a la sazón
primer premio de ese concurso que además coincidía con el año de mi pregón de
Dios Momo. Ensayo general al que por supuesto asistió el padre de los
originales escarabajos gaditanos y quedó plenamente satisfecho de la actuación.
Don Enrique Villegas Vélez, caballero con mayúsculas descanse en paz y muchas
gracias por todo. Y punto
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